Haikyu!!: La Gran Serie Mimada del Spokon Moderno
Uno de los principales combustibles de la vida misma del ser humano, son los sueños y las metas. Estar atados a una realidad cuadrada y sin ambiciones, a la larga, nos convierte en seres miserables que atraviesan sus años sin un motivo real para continuar existiendo. ¿Qué tendrá que ver esto con una serie de vóley? Ya te cuento, porque tiene mucho que ver.

Primero veamos un poco de contexto sobre la temática en la cual Haikyu sienta sus bases.
Una temática popular, pero escasa
Levante la mano quien recuerde cinco o más títulos relevantes, con temáticas de deporte, que no sean Slam Dunk, Hajime no Ippo o Captain Tsubasa. Quizás, el lector ya habituado al anime o manga, recuerde títulos como Hungry Heart o Kuroko no Basket, que son sólo un par de ejemplos de los tantos que hay y que, sin duda, son recomendables. Pero otras tantas veces, estos títulos no llegan siquiera al radar de la gente que si está empapada en el tema, así que imagínense la cantidad de series que quedan perdidas en el limbo, simplemente por no ser excesivamente populares.
La escasez de IPs deportivas se puede deber a un grado de repetición en una fórmula, es decir, que al ver esta fórmula tan expuesta en una serie tan popular como, por ejemplo, Capitán Tsubasa, llegás a cuestionarte cualquier cosa que sea de la misma temática. Tomemos Hungry Heart, que cayó muy bien entre el público futbolero porque era una obra completamente opuesta a Captain Tsubasa, siendo ambos títulos del mismo autor. Inazuma Eleven, en el otro extremo, logró captar a su público incorporando poderes muy estilo shonen de pelea, pero con temática de fútbol, quebrando el elemento de «realismo» que veníamos viendo hasta ese entonces cuando se estrenó (realismo entre varias comillas, claro) que veníamos viendo. O, más acá en el tiempo, BlueLock con su propuesta por demás exagerada en la cual tienen que encontrar al mejor delantero de Japón utilizando un formato de battle royale, cosechando éxito tanto en manga como con su serie animada, casi de inmediato, al tratarse de una gran premisa muy bien contada, acompañada de un apartado visual también muy llamativo (vean BlueLock, por favor). ¿Qué tienen en común estas tres obras? Que todas tratan y comprenden el fútbol de distinta manera, saliéndose un poco de la fórmula que estableció Captain Tsubasa, que definió a los spokon como tal.
Es difícil llegar a las masas en este sub-género específico, porque las historias giran en torno a reglas o deportes que ya existen. Si viste una, es posible que al ver otra con la misma temática, te suene un poco a deja vu, aunque se desarrollen de maneras completamente distintas. Con esto, obviamente, no digo que no haya variedad, porque al menos hay de donde elegir, pero, comparativamente a otros géneros, este es un poco más reducido que el resto. Y que, en cierta forma, me recuerda el género de mechas, que sigue a flote con algún título perdido, con la diferencia, que un spokon es mucho más fácil de promocionar, al haber fechas en el calendario, como mundiales o aniversarios que se puede usar para la difusión, como BlueLock y Aoashi, que se colgaron magistralmente del momentum que les brindó el mundial de Qatar 2022.
Pero Shaman ¿Y cuándo hablas de Haikyu? Ahora.
¿De qué trata Haikyu?
Como ya habrás imaginado (?) Haikyu es una serie con temática de vóley devenida de un manga serializado en la Weekly Shonen Jump, que nada tiene que envidiarle a los grandes títulos que mencioné antes.
La historia trata sobre un chico de secundaria, Shoyo Hinata, quiere llegar a ser como su ídolo, el «Pequeño Titán» o «Little Titan», que posee una cualidad que compensa su falta de estatura, justo como Shoyo, característica fundamental en un deporte donde hay que pasar una pelota por encima de una red, o bien, bloquear al contrincante, y siendo capaz de saltar tan alto que parece volar, como el ave insignia de su escuela, Karasuno.
Shoyo, quien también podría recordarnos a Naruto por tener los rasgos más reconocibles del protagonista arquetípico de manga shonen contemporáneo, se va abriendo paso en el ambiente escolar del vóley competitivo, junto a un equipo algo disfuncional en un principio, que conforme avanzan, entre agónicas victorias y devastadoras derrotas, se dan cuenta de que hasta el miembro menos destacable del grupo tiene un rol fundamental e irremplazable dentro del esquema estratégico planteado por su entrenador.
La «Muralla» a Superar en cada Encuentro
Haikyu, además, es una gran reflexión sobre cómo conseguir lo que uno se propone a través del aprendizaje y el esfuerzo, viéndose reflejado en el equipo cuando logran sus victorias, o las dificultades que atraviesan como grupo. Una de esas reflexiones que más llamaron mi atención, por cómo está diseminada a lo largo de la obra, es el constante énfasis de que la red no solo es un simple objeto que delimita ambas mitades del campo, sino que la contemplan como una pared impenetrable que deben superar a toda costa, idea que vemos marcada a fuego en partidos posteriores.
Cuando menos te lo esperes, vas a saltar de tu asiento o a tirar al carajo el vaso que tenés en la mano, por la tensión liberada después de un punto clave. La importancia de pelear cada punto como si fuera el último, aunque se trate solo de 1 punto de 25, o que sean parte de un simple club de secundaria, es el instante en el que realmente comienzan a disfrutar del vóley, ya que se ilustra perfecto la idea de la muralla, y todo lo que eso conlleva para poder sortearla y alcanzar al rival.
Mi Conclusión
Actualmente, cuenta con tres temporadas, y un par de películas a estrenarse, que cierran la historia, manteniendo una calidad de animación y un dinamismo excepcional durante los partidos que, aunque no seas aficionado al deporte, seguro se te van los ojos, sin descuidar, además, el carisma y desarrollo de sus personajes, que son creíbles, mantienendo en todo momento el entusiasmo por sacar adelante a Karasuno como equipo.
Si estás buscando una recomendación o necesitas motivación en tu vida para seguir con tus metas (o ambas cosas), mirá Haikyu, que si no estás logrando eso que te proponés (ojalá que si), al menos te vas a entretener y, por supuesto, vas a terminar aprendiendo mucho sobre vóley en el camino.
Te va a gustar…
- Principalmente, si te gustan los spokon, o series deportivas. No es necesario que te atraiga el vóley para que te enganche.
- SI sos de ver historias que transmitan emociones muy intensas en cada partido (y fuera de ellos también).
- Si buscás algo bien animado.
- Si te sentís desmotivado, en algún punto, Haikyu te va a tocar una fibra.
No te va a gustar…
- Si te aburren las series de deporte, pegale una mirada. Haikyu es la serie de deporte perfecta que te puede cambiar la mirada al respecto, si no estás acostumbrado a esta temática.
- Si sos una persona aburrida. (Perdón)
- No hay puntos negativos, Haikyu es una fiesta.